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Agave americano
Aunque está muy presente sobre el contorno de la costa mediterránea, El Agave americano es uno planta suculenta originaria de México. El agave tiene una buena resistencia al frío, pero hay que aclarar que esta resistencia dependerá de las condiciones de frío (ya sea seco o húmedo) así como del nivel de drenaje del suelo. La resistencia al frío indicada debe comprenderse en condiciones de frío seco y con un muy buen drenaje. En condiciones húmedas, el Agave de América puede comenzar a sufrir desde – 5°C. Las hojas carnosas del Agave americano son verdes grisáceas, en forma de espada y muy punzantes. Alcanzan hasta 2m de longitud y están dispuestas en roseta ancha. La florescencia aparece sólo al cabo de 10-15 años. Esta florescencia única, amarilla y verde, en espigas, se produce en verano y puede alcanzar hasta diez metros de altura. En cuanto el Agave americano haya florecido, se agotará y acabará por morir. Sin embargo, en general, una multitud de esquejes estarán preparados para tomar la continuación de la planta madre. Cuidado con los aguijones temibles al final de las hojas. Es muy aconsejable retirar todas las espinas de la planta a la altura de los ojos, si ésta está en un paso. De hecho es mejor, sencillamente, evitar plantar el Agave americano en las proximidades de un paso. El Agave americano requiere expoisicón al sol y un suelo muy bien drenado para prosperar y pasar de la manera más saludable los inviernos rigurosos.
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